Durante la etapa laboralmente productiva las personas se enfocan en generar ingresos que les permitan mejorar el nivel de vida tanto de ellos como de sus familias. Esta dinámica genera muchas veces una falta de conciencia respecto del futuro y las condiciones que existirán para poder mantener esa misma comodidad después del retiro. Actualmente solo 3 de cada 10 mexicanos cuentan con un Plan Personal de Retiro, lo que hace evidente que tenemos una gran área de oportunidad en este tema. Adicionalmente, dependiendo del régimen fiscal en el que tribute la persona, se suma la carga impositiva que tendrá que absorber.
¿Qué es un Plan Personal de Retiro?
Para prepararse, un mexicano cuenta principalmente con 2 opciones para su jubilación: La Afore y el Plan Personal de Retiro.
En el caso de la Afore, la legislación actual limita el alcance que tendrá el indicador conocido como Tasa de Reemplazo, la cual se refiere al porcentaje de ingreso mensual que tendrá una persona cuando se jubile en comparación a lo que ganaba cuando estaba activo. En México, esa tasa de reemplazo es de únicamente el 26%, lo que implica una disminución en el ingreso de un jubilado del 74% respecto a lo que ganaba.
Es aquí donde el plan de retiro se vuelve una herramienta muy valiosa en el camino a la estabilidad económica de la vejez. El Plan Personal de Retiro es un producto financiero que le permite a la persona realizar aportaciones periódicas durante su vida laboral con el objetivo de generar un ahorro destinado a solventar los gastos de su vejez.
Nunca podremos saber las condiciones que prevalecerán en el futuro, pero una de las cosas que están dentro de nuestro control es cuánto queremos tener ahorrado para afrontar esas condiciones del futuro.
Las ventajas del Plan Personal de Retiro
Un Plan de Retiro te otorga muchos beneficios si sabes usarlo correctamente, los principales son:
1. Te otorga protección al capital mediante cobertura inflacionaria y cambiaria.
2. Te genera un rendimiento a una tasa de interés compuesto a lo largo del plazo.
3. Genera certidumbre jurídica para los beneficiarios en caso de tu fallecimiento
Adicionalmente, otorga un gran beneficio fiscal, porque lo que aportes a tu plan de retiro será deducible de impuestos en cada ejercicio fiscal en el que realices depósitos. Esto reducirá el pago de impuestos en tu declaración anual, permitiéndote realizar la aportación del año siguiente.
Considerando que, según los parámetros determinados en el Artículo 151 Fracción V de la Ley del Impuesto sobre la Renta, una persona puede considerar como Deducción Personal las aportaciones a su Plan Personal de Retiro; debes buscar añadir la mayor cantidad posible en el año, por lo que, lo ideal es que comiences a depositar desde enero para que al final del año obtengas el mayor beneficio posible que la ley te permita.
Si trabajas en una empresa acércate con el área de Recursos Humanos y pregunta si la empresa ofrece algún plan de ahorro como medida de retención de talento; el cual te servirá para iniciar tu Plan Personal de Retiro y te ayudará a que, cada año, hagas las aportaciones que tu yo del futuro te agradecerá.
FUENTES:
Comisión Nacional de Ahorro para el Retiro, CONSAR, https://www.gob.mx/consar/documentos/el-sar-en-numeros?idiom=es