¿Cómo funciona el lenguaje corporal?
Algunos estudios demuestran que el lenguaje corporal está basado en el sistema límbico cerebral, ya que es ahí donde se recibe y procesa la información emocional. Por ejemplo, acciones que denotan una corporalidad abierta como mirar a los ojos, sonreír constantemente, mover las manos hacia los lados y no cruzar los pies, son entendidas como signos de calidez y disposición al diálogo.
Rasgos que mejoran el lenguaje corporal
Para ejercer un liderazgo efectivo, es necesario ser consciente de los elementos que facilitan el entendimiento y la empatía durante una interacción con otras personas, por ejemplo:
Postura erguida
Esto brindar mayor autoconfianza y provoca una sensación de calidez en el interlocutor, además de que ayuda a la persuasión. No se trata de estirarse por un momento, sino de incorporar esta postura a la vida diaria para generar un nuevo estado mental.
Eliminar tensión
Es normal que un líder tenga que hablar en público, y también es normal que se sienta tenso antes de hacerlo. Siempre es recomendable realizar alguna actividad para relajar un poco los músculos antes de estar frente a los espectadores y que el lenguaje corporal no sea rígido y poco apto para la comunicación.
Contacto visual
La claridad de las ideas es muy importante para el liderazgo, y esta no solo se logra con palabras: no hay que olvidar que los ojos tienen la capacidad de expresar absolutamente cualquier sentimiento. Mantener el contacto visual ayuda a conectar física y emocionalmente cuando se conversa con una persona o se habla con un público, además de que ayuda a elevar el tono de voz y genera confianza.
Ademanes
Realizar ademanes ayuda a atraer la atención de la persona con quien se habla. Especialmente cuando se lleva a cabo una presentación, es importante que los gestos tengan una intención y que no sean repetitivos.
El apretón de manos
Un saludo de mano es la primera conexión que se tiene con otra persona. Para transmitir liderazgo con un apretón de manos, este debe ser lo suficientemente firme como para inspirar seguridad y calidez, pero no tan fuerte como para mostrar agresividad. Mientras se estrecha la mano de alguien, es importante mantener el contacto visual.
FUENTES: